En las viñas de Sanchotello crecen libremente brotes de corregüela, una mala hierba también conocida como campanilla. Las manos expertas de los pocos viticultores que quedan en este pueblo son las encargadas de cultivar y vendimiar una Rufete sublime y elegante, refinada por las tinajas de barro en las que envejece durante 18 meses. Una delicia para disfrutar una y mil veces.
Producción de 598 botellas.